Por Damaris Vázquez/www.7diastamaulipas.com.mx.
Corralillos,Coatzintla, Ver.— En medio de la devastación que dejaron las inundaciones provocadas por el desbordamiento del río Cazones el pasado 10 de octubre, un grupo de ciudadanos comunes demostró que la empatía y la acción solidaria pueden levantarse más rápido que cualquier corriente.
Sin esperar instrucciones ni reconocimientos, vecinos como Jair Chávez Delgado, Mirian Rivera, Moisés García y Maricela Martín, junto a decenas de voluntarios, organizaron las primeras brigadas de limpieza en las zonas bajas de Corralillos, donde el agua arrasó con viviendas, enseres y recuerdos familiares. Su prioridad: ayudar a las familias damnificadas a recuperar, cuanto antes, un sentido de normalidad.
En menos de 24 horas tras el siniestro, este grupo ciudadano estableció un centro de acopio que se convirtió en punto neurálgico de confianza y esperanza. Ahí, la solidaridad fluyó sin etiquetas partidistas ni intereses personales. Los donadores llegaban con alimentos, ropa, artículos de higiene y víveres, sabiendo que su aportación llegaría directamente a quienes más lo necesitaban.
La entrega equitativa y transparente de los apoyos fue un sello distintivo de esta labor altruista. “Aquí no se preguntaba de qué partido eras ni a quién apoyabas, solo importaba si lo habías perdido todo”, comentó uno de los voluntarios que participó en la distribución de ayuda.
El compromiso de estos ciudadanos no se limitó a la limpieza ni a la entrega de víveres. También coordinaron la recepción de ayuda proveniente de otros estados y de los tres niveles de gobierno, fungiendo como enlace comunitario para garantizar que el apoyo llegara de manera ordenada y efectiva.
Gracias a su esfuerzo, Corralillos comenzó a recuperar el pulso cotidiano en tiempo récord. Lo que el río se llevó, la comunidad lo reconstruyó con trabajo, unión y dignidad.
Esta experiencia dejó al descubierto que la verdadera fuerza de un pueblo no se mide por su infraestructura, sino por la solidaridad de su gente, una lección que Corralillos ha dado con orgullo.
