Inacción en suministro de agua recrudece repudio contra Makito

Por Damaris Vazquez

Reynosa, Tamaulipas –  En un contexto donde miles de ciudadanos (1,500 familias), claman por un servicio básico como el suministro de agua potable, la realidad es devastadora, los habitantes de sectores altamente poblados  como las Jarachinas  están siendo condenados a vivir con un recurso escaso y deficiente.

La falta de acción del gobierno local no solo agrava la crisis, sino que también ha generado un fuerte repudio entre la población, que se siente abandonada y traicionada.

Desde hace semanas, familias enteras han tenido que enfrentar largas jornadas de espera para recibir unas pocas gotas de agua, mientras el gobierno sigue cobrando puntualmente por un servicio que, a todas luces, no se brinda.

Los ciudadanos han alzado la voz, saliendo a protestar y cerrando vialidades importantes de parques industriales  exigiendo no solo soluciones inmediatas, sino también una rendición de cuentas por parte de las autoridades.

“Nos cobran como si tuviéramos un servicio de calidad, pero lo único que recibimos es un trato indigno”, afirma Ana Pérez, una madre de familia que, como muchos otros, ha visto cómo el agua se convierte en un lujo inalcanzable.

Las promesas del gobierno caen en oídos sordos. Las quejas son constantes, pero las respuestas son nulas. Mientras tanto, los ciudadanos viven en una constante lucha por obtener un recurso vital.

La falta de agua en Reynosa no solo es un problema de infraestructura; es un síntoma de una gestión que falla en su propósito brindar servicios básicos a quienes confiaron en su capacidad para administrar una ciudad pujante como esta frontera.