Dialogo por la reconstrucción nacional

Convocado por futuro 21

Piden empresarios al gobierno federal no fragmentar a la población y ofrecer ayuda sin importar ideologías o filiación partidista, pues el gobierno debe servir a todos por igual.

Julio Almanza Armas Presidente de FECANACO Tamailipas dice: A nadie le queda duda de que la vida en sociedad y la economía global, cambiarán de forma
definitiva, tras lo que estamos viviendo con la pandemia de COVID-19.
El impacto en nuestro país no tiene precedente, el total de la población, más de 126 millones de
personas, debe permanecer en sus hogares, el sector terciario de la economía nacional,
prácticamente cerrado desde el 15 de marzo y continuará así hasta el 1 de junio, más de 2 meses
y medio de inactividad.
A esto se agregan la crisis económica, política y social que dejó la elección federal del 2018 y la
de inseguridad, que en muchas regiones del país lleva más de 10 años, sin contar hasta el
momento con algún escenario de recuperación.
No podremos contar para enfrentar el futuro inmediato, con los excedentes petroleros, las
remesas o los ingresos de la industria turística mundial.
No olvidemos también, que los mecanismos de fortalecimiento a las pequeñas y medianas
empresas, así como las estructuras de promoción turística y comercio internacional fueron
desmantelados al inicio de este sexenio.
Estamos regresando, en pleno siglo veintiuno, a esquemas del pasado, lo de las políticas
clientelares y el autoritarismo, mismos que la sociedad, con su voto, expulsó del gobierno.
El crecimiento económico de los últimos 30 años, convirtió a nuestro país en un actor competitivo
a nivel global, pero no se supo desde el gobierno administrar debidamente la riqueza generada,
ni potencializar en beneficio de todos, las oportunidades obtenidas.
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Creció la brecha social y se aisló de estos beneficios a grandes sectores de la población, mismos
que hoy, ante esta nueva realidad, no tendrán los medios suficientes para subsistir de manera
digna, tras la contingencia.
Los mexicanos, estamos ante el paradigma de crecer y desarrollarnos, o simplemente comenzar
a subsistir.
Y ante la falta de soluciones reales y permanentes, dejar la vía pacífica e institucional, para pasar
a la resistencia civil.
Y si esto sucede, la política y esta generación de políticos le habremos fallado a la nación.
Sirva este foro para llamar a la unidad nacional.
Para que los representantes de los tres niveles de gobierno, hagan conciencia y se sumen de
forma solidaria, al esfuerzo de hombres y mujeres, de padres de familia, de amas de casa, de
estudiantes, maestros, trabajadores, médicos y pequeños empresarios, que están luchando para
mantener a México de pie, en estos momentos.
No es correcto que quienes ostenten el poder público lo sigan utilizando para beneficiarse y
dividirnos.
No es legal que ante la crisis de salud pública que enfrentamos, el gobierno federal no ofrezca de
forma oportuna el soporte universal que se requiere; no importando la condición social, actividad
económica o afiliación política, porque el gobierno tiene la obligación de servir a todos por igual.
Y no es moral, que se utilice esta crisis, para fines de grupo y pretendan desde el ejecutivo federal,
convertirnos en sus rehenes, en lugar de tendernos la mano.
Debe quedar claro que el desarrollo económico y el bienestar social, no tienen porqué estar
reñidos.
El futuro de México está en nuestras manos, es momento de que el Ejecutivo Federal, deje de
hacer campaña, deje de ser factor de división y comience a gobernar para todos.
Eso es lo que establece el mandato popular que recibió.
Las alternativas, para enfrentar esta crisis se han hecho públicas desde las dirigencias de los
organismos del sector empresarial, por activistas sociales, académicos, y representantes de los
trabajadores.
Las carencias y problemas heredados, que hoy son una desventaja o problema son públicos.
Por lo que es tiempo de dejar de hablar, para comenzar a ver, escuchar y actuar.
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La sociedad esta acatando las recomendaciones de la autoridad para enfrentar la crisis de salud
pública; y en el caso de la pequeña y la mediana empresa, poniendo en riesgo su patrimonio y el
de sus familias, en beneficio de todos.
Es por ello, que la estrategia para enfrentar la crisis económica tendrá que ser incluyente,
oportuna, justa y equitativa, sin colores o intenciones partidistas.
Deberá fortalecer el mercado interno, reconocer y potencializar nuestras fortalezas y ventajas
geográficas.
Proteger a los sectores de la economía nacional ya que en ellos recae la tarea de generar empleo,
valor, riqueza y junto con un ejercicio gubernamental responsable, son factor de estabilidad y
seguridad social.
La solución, deberá replantear la relación comercial de México con el mundo, que no seamos
solamente un país maquilador, importador de bienes o exportador de materia prima. Se deben
impulsar los cambios necesarios para que nuestra industria, pueda abastecer mejor al mercado
nacional y además, para llevar al mundo, productos mexicanos competitivos y de alta calidad.
Los cambios, no solamente deben buscar que se remunere mejor al que trabaja o apoyar al que
menos tiene, deben también fortalecer al sector empresarial nacional, a nuestra industria y la
producción.
Sabemos como, sabemos que y desde nuestra trinchera, seguiremos trabajando en beneficio de
nuestro país, no nos vamos a rendir, no le vamos a fallar a nuestras familias, ni a nuestros
colaboradores.
Seremos pacientes, colaboraremos con las autoridades, que así lo deseen, en la búsqueda y
construcción de las soluciones necesarias.
Y si estas no llegan, antes de tomar otra vía, nos esperan las elecciones del dos mil veintiuno, en
las que el ciudadano con su voto nos calificará.

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