Contratos inéditos, facturas y boletín desmienten negativa de Osorio Chong sobre compra de Pegasus en el Cisen

El Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) adquirió el software Pegasus en 2016, apuntan los contratos revelados por la Red de los Derechos Digitales (R3D) este viernes, las facturas proporcionadas por El Cazador de Cazadores desde 2017, un comunicado de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y fuentes consultadas durante la investigación Pegasus Project.

Cada elemento desmiente las declaraciones de Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, quien a lo largo de cuatro años ha negado la compra del programa y su uso dentro de la institución, que en este sexenio fue sustituida por el Centro Nacional de Inteligencia.

Los contratos CISEN/33701/002/16 y CISEN/33701/005/16, revelados este viernes, fueron firmados por Eugenio Imaz Gispert, director del Cisen, quien salió del centro de inteligencia cuando Osorio Chong renunció a la Secretaría de Gobernación.

Ambos fueron por un monto de 211 millones 424 mil pesos e incluyeron la actualización y soporte técnico del programa.

La empresa proveedora fue Diseños y Productos VME, que corresponde a una de las compañías de Uri Emanuel Ansbacher Bendrama, el empresario de origen israelí que formó una red de compañías en México, Panamá y Estados Unidos para vender el software diseñado por NSO Group, además de otros bienes en México.

Una persona que trabajó en la red de empresas es fuente de Aristegui Noticias desde 2017; se hace llamar El Cazador de Cazadores.

En julio de 2017, luego del escándalo #GobiernoEspía, esta persona entregó dos facturas con pagos para los mismos contratos por 210 millones 581 mil pesos.

En ese momento, El Cazador… dijo: “Tanto PGR, SEGOB, SEDENA mantienen el programa Pegasus y otros aún igual de potentes de hackeo e intervención de telecomunicaciones alámbricas e inalámbricas”.

OSORIO CHONG: NO, NO, NO

En octubre de 2017 Osorio Chong dijo en una comparecencia de la Cámara de Diputados que el Cisen no había comprado el programa.

“Nosotros ya estuvimos en la Comisión Bicamaral de Seguridad Nacional, la Procuraduría, el Cisen, su servidor, la Comisión Nacional de Seguridad, y hemos ahí mostrado todos los documentos que acreditan incluso que, por cierto, el Cisen que está bajo mi responsabilidad, no tenía protocolo, este programa Pegaso, nosotros no lo adquirimos”, dice la crónica parlamentaria de ese día.

Consultado durante la investigación Pegasus Project, Miguel Ángel Osorio Chong dijo por escrito que el Cisen no compró ni operó el programa mientras él estuvo a cargo de Segob (2012-2018): “en el periodo comprendido de diciembre de 2012 a enero de 2018, en la Secretaría de Gobernación nunca se autorizó ni se tuvo conocimiento sobre la existencia o el uso del software”.

También dijo que muchas contrataciones del CISEN se realizaban con total confidencialidad debido a las tareas de seguridad que tenía la ya desaparecida institución: “no nos corresponde a nosotros ni podemos revelar datos, para no incurrir en violaciones legales que solo una autoridad judicial puede determinar”, aunque sí aseguró que todas las compras fueron aprobadas por las cuentas públicas.

Y este jueves, ante reporteros del Senado de la República volvió a negar la existencia de Pegasus y su uso, afirmando que tenían otro sistema en que se trabajaba: “ningún conocimiento de haber adquirido este sistema, en el Cisen tenían otro sistema con el que se trabajaba. Tuve varias reuniones allá, pero se trabajaba obviamente en el marco de la ley y con órdenes judiciales, solo así. Nosotros seguíamos a criminales y siempre se pedía la autorización de un juez y lo hacía el Cisen u otras áreas correspondientes”.

En el marco de la investigación Pegasus Project, coordinada por Forbidden Stories y Amnistía Internacional, una persona en México confirmó la compra del Cisen, pero se negó a ser identificada por el papel que juega en la industria de la inteligencia.

Aristegui Noticias consultó a fuentes que participaron en la operación del programa en una dependencia de seguridad del anterior gobierno. Una de las personas explicó que una clave para negar la existencia del programa es simplemente cambiarle de nombre en los documentos que se generan durante su compra y operación, aunque se trate del mismo sistema.

Con información de: Carmen Aristegui, Mathieu Tourliere, Nina Lakhani (The Guardian) y Mary Beth Sheridan (Washington Post).

 

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