POLÍTICA FISCAL 2020-2024

 

Investigación Especial

Lic. Alberto González Káram

 

  • Política fiscal se orienta a contribuir a la estabilidad macroeconómica, sin aumentar las tasas impositivas ni creando nuevos impuestos

 

  • Reducir la deuda externa, cero endeudamientos y revertir de déficit a superávit fiscal

La excesiva corrupción, desvíos y dispendios que caracterizaban el ejercicio del gasto público han cesado, aunque deben erradicarse también la frivolidad e insensibilidad persistente en algunos poderes por las erogaciones innecesarias y ofensivas que consumen grandes recursos públicos que podrían ser liberados para el fomento de proyectos productivos y programas sociales.

La evasión fiscal y lavado de dinero constituyen una realidad lacerante que frena el desarrollo económico y vulnera la democracia, somos el país que tiene la menor recaudación fiscal como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) y se presentaban una serie de abusos como la elusión fiscal, fraudes comerciales, devoluciones a grandes contribuyentes y blanqueo de activos bajo la corrupción público-privada.

El compromiso de la actual administración pública federal, consiste en no incrementar los impuestos ni crear nuevos, debido que la política fiscal es la que tiene la mayor incidencia económica en el comportamiento de la oferta en función de la carga de impuestos sobre el productor.

El incremento de los impuestos tiende a reducir la producción por el impacto económico que provocan en los costos de producción y en el precio de venta, en algunas ocasiones bajo el falso supuesto de un incremento en los ingresos por recaudación tributaria del gobierno.

La crisis fiscal heredada, fue producto de la inadecuada, incorrecta e inoportuna aplicación de los impuestos y subsidios al comercio internacional, producción nacional, consumo doméstico y al empleo de factores de la producción.

Sin embargo, está científicamente comprobado que la regla general para la intervención optima, se logra cuando la aplicación de política ocurre en el punto exacto en el cual subyace la imperfección del mercado y es igual al grado de distorsión, lo cual permitirá compensar completamente cualquier desequilibrio.

La fuente de distorsión se encuentra en la baja producción en nuestro país, es decir en la oferta y no en la demanda.

Es importante destacar que la restauración de la producción se aplica en función de dos alternativas, como son la deseconomía externa y la economía externa.

En la deseconomía externa, la regla general consiste en crear un impuesto al bien que genera deseconomía externa o subsidiar la producción del bien que genera economía externa.

Mientras en la economía externa, la regla general consiste en subsidiar al bien cuya producción genera economía externa o gravar la producción del bien que genera deseconomía externa.

La regla optima de intervención en nuestro país, se debe centrar en que la economía debe atacar la distorsión en la fuente de origen, que es el uso ineficiente de los factores de la producción y eso solamente puede ser superado por medio de una correcta combinación de impuestos apropiados o subsidios en el uso de dichos factores.

La política fiscal se orienta a contribuir a la estabilidad macroeconómica, sin aumentar las tasas impositivas ni creando nuevos impuestos.

El compromiso consiste en dar certeza de que la recaudación de impuestos se utilizará en la provisión de más y mejores bienes y servicios de la población, así como de que los recursos públicos no terminarán en manos de funcionarios corruptos, mediante el establecimiento de una serie de medidas para incentivar una nueva cultura de cumplimiento fiscal por parte de los ciudadanos.

Los resultados obtenidos en el primer año de la actual administración federal, continuarán con el combate a la corrupción, consolidar la austeridad, ampliar la base de contribuyentes, aumentar las reservas internacionales, incrementar los ingresos públicos, aumentar el efecto multipicador del impuesto al comercio exterior, rescatar las empresas productivas del estado, cancelar la impresión de nuevos billetes y acuñación de monedas para financiar el gasto público, reducción de la deuda externa, cero endeudamientos para el financiamiento de los gastos federales y revertir de déficit a superávit fiscal.

La nueva política fiscal, se orienta a la simplificación y sencillez para el pago de los impuestos lo cual ha permitido incrementar los ingresos, aumentar la eficiencia recaudatoria y ampliar la base del padrón de contribuyentes federales, cuyos resultados exitosos se continuarán aplicando en los ejercicios fiscales 2020-2024.

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